Realizar la transferencia o cambio de titularidad de los suministros básicos de una casa es un paso esencial al concretar un contrato de arrendamiento.
Este proceso implica que un nuevo individuo asumirá la responsabilidad de los costos asociados a estos servicios, por lo que es crucial manejar adecuadamente estos procedimientos.
El acceso al agua potable es un servicio esencial en cualquier hogar. Una propiedad sin un sistema de suministro de agua potable no será elegible para obtener un certificado de habitabilidad, lo que impide su alquiler. Generalmente, las empresas proveedoras de agua establecen facturaciones regulares, normalmente mensuales o bimensuales, que se calculan según el volumen de agua consumido.
Muchas viviendas poseen sistemas de gas, pero no es un servicio imprescindible si existen otras alternativas energéticas en la propiedad. En aquellos inmuebles que sí utilizan gas natural, se aplica un precio basado en el grado de utilización de estas instalaciones.
La transferencia de titularidad del servicio eléctrico es igualmente un paso esencial al arrendar una propiedad. Corresponde al arrendatario asumir los costos relacionados con el consumo de electricidad en una vivienda alquilada.
Aunque el teléfono fijo está perdiendo presencia en muchos hogares, sigue siendo considerado un servicio fundamental. Si la vivienda cuenta con línea telefónica, corresponde al arrendatario hacerse cargo de los pagos de este servicio.
En la época actual, el acceso a internet se ha convertido en un servicio esencial. Frecuentemente, se contrata junto con el plan de telefonía como un servicio adicional.
